lunes, 27 de abril de 2015

Huang Yao, aldea milenar y mágica en Guangxi, China

Cuenta la historia que Huang Yao fue construida en el año 970 a.C. y que sus callecitas de piedra y sus puentes están en su lugar hace centenas de años. Su nombre está relacionado con dos familias que habitaban el pueblo, los Huang y los Yao. Talvez poco importan las fechas y las dinastias durantes las cuales la aldea floreció. El lugar es mágico, parece salido de un cuento.

Callecita de la aldea durante la maãna, antes de que abran los comercios.

Con sus farolitos rojos, sus casas de ladrillo y sus carteles con ideogramas tallados en madera, es verdaderamente encantador. Es verdad que durante el dia el turismo invade las calles y se pierde un poco el aurea de paz, pero todo comienza cerca del mediodia y acaba a eso de las cinco de la tarde. Lo ideal es pasar unos dias en el pueblito y "conversar" con sus habitantes.

Restaurante de comida casera

Se puede comer en alguno de los pequeños restaurantes, como nuestro preferido de la foto, donde la dueña hacia las compras por la mañana y preparaba unas comidas deliciosas, que servia ella a misma a las pocas mesas del local. Recomiendo tofu relleno con cerdo (claro que el tofu era preparado con la soja plantada por ellos y el cerdo podia ser visto vivo en el corral más próximo). 

Anochecer

Cuando la aldea va quedando vacia de turistas y se encienden los farolitos rojos uno se pregunta si no está en una pelicula. 
Vista del rio que atraviesa la aldea y las montañas que la rodean

La belleza natural completa el cuadro: el rio Li y los picos cársicos purifican el aire y traen paz. Al atardecer se puede tomar una cerveza en alguna de las mesitas que estan en la calle, bordeando el rio, y tratar de establecer una conversación con los habitantes de la aldea, que se mostraron muy amables y curiosos, queriendo saber de donde eramos y si nos gustaba China. Claro que nadie habla otro idioma que el chino, por lo que la charla no era muy fluida. Pero la intención es lo que cuenta, y la verdad es que me senti muy a gusto. 
Después de la lluvia de la noche, a la mañana te encontras con Mao
Puertas que dan a patios internos y pasadizos secretos!
Yo fui desde Yangshou, pero no fue facil! Parece que sale un omnibus desde la terminal, pero como era feriado tuve que arreglarmelas para que un taxista me lleve. De cualquier manera, vale mucho la pena ir!

Vista del Rio Li.






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1959

1959
Foto de los guerrilleros en el hotel

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